sábado, 3 de noviembre de 2007

La peculiar actitud de Schuster


Bernd Schuster se convertía en técnico del Real Madrid hace algo más de tres meses y la decisión que habían tomado Calderón y Mijatovic de darle las llaves de la plantilla al alemán había provocado un gran debate, puesto que Capello cumplió lo que se le pidió para después ser destituido.

Sin embargo, los aficionados del Madrid y la prensa en general terminó por dar como buena la contratación del técnico alemán, puesto que su trayectoria en el Getafe había sido espectacular. Además, Schuster caía bien y apostaba por el buen fútbol, al contrario que Capello.

La situación ha cambiado radicalmente porque todo es opuesto. Es cierto que el Madrid lidera la Liga y en la Champions está cumpliendo con nota, pero el equipo merengue no termina de conseguir cierta regularidad en su fútbol y Schuster no es aquel técnico agradable del Getafe.

Mantener una conversación cordial con el alemán es prácticamente imposible, puesto que a poco que le dices algo un tanto negativo saca a relucir su prepotencia. Este martes, en la rueda de prensa previa al partido contra el Valencia, Schuster llegó a comparar a su equipo con el mismísimo Roger Federer.

Al día siguiente el Madrid ganaba con total autoridad en Mestalla, disputando el mejor partido que ha disputado en años. La situación no está tan tensa como antes, aunque el fútbol aburrido y carente de ideas volverá… y la tensión de Schuster también.

Entiendo que un técnico del Madrid tiene mucha más presión que uno del Getafe. La prensa, los objetivos, la plantilla, el ambiente que se vive entorno al equipo… Algunos llevan bien todo eso y otros, como Schuster, lo llevan fatal. De ahí que hace un mes el alemán señalara que el Madrid no era como el pensaba.

Puede que el ex del Getafe termine por aclimatarse al Madrid y viva una etapa gloriosa rodeada de títulos. Sin embargo, para ello no sólo necesitas ser un entendido del fútbol, sino que también tener la madurez suficiente para saber que hacen en cada momento. Y en estos momentos, Schuster no la tiene…

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