Sería todo un logro para mí que en este artículo no os percatéis de la decepción que siento ante Luís Aragonés. El seleccionador ha mostrado muchas carencias como persona y seleccionador pronunciándose con poca inteligencia sobre la ‘no’ llamada de Raúl.Independientemente de los motivos que el ‘Sabio de Hortaleza’ tenga para seguir sin convocar al madridista -algo que le ha provocado muchas críticas- un seleccionador nacional nunca debe hablar así del que ha sido su capitán durante bastantes partidos.
En primer lugar por el simple hecho de que el respeto es una de las cosas más importantes de esta vida y además porque con sus nefastas declaraciones su imagen ha salido bastante perjudicada y la poca confianza que de por sí transmitía ha desaparecido.
Sigo dándole vueltas a las declaraciones de Luís, pero no me explico como pudo ser tan poco inteligente, siendo el propio Luís todo un experto en este tipo de batallas, con las que ha convivido desde que era futbolista.
Tras todo este lamentable episodio que ha protagonizado, creo que debería dimitir de su cargo de seleccionador. Sin embargo, dudo mucho que este hombre –endeudado hasta las cejas- sea capaz de romper su valioso contrato de seleccionador por orgullo.
A falta de ocho meses para que llegue la Eurocopa de Austria y Suiza, España no tiene adquirido un sistema futbolístico fiable con el que las victorias y el buen juego estén garantizadas. Por ello, no creo que fuese un paso atrás prescindir de Luís tras el partido de Dinamarca.
De aquí al arranque de la Euro disputará unos diez partidos, por lo que el sustituto de Aragonés tendría tiempo para apostar por un bloque ganador. No creo que Luís tenga el orgullo de dimitir ni Villar de cesarle... En fin, la selección no está en buenas manos.
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